Conoce los problemas de salud y patologías más habituales y cuáles son sus síntomas: alergias, gripe, neumonía y resfriados. Uno de los temas que más nos preocupa a los que tenemos la suerte de convivir con gatos es su salud, por ello vamos a empezar una serie de artículos sobre las patologías, problemas de salud y enfermedades más comunes de los gatos.
Lo principal es que en la web de Cosas de Gatos no somos veterinarios, y que solo tu médico de confianza puede ser quien determine qué le está ocurriendo a tu gato. Pero os daremos algunas pistas que os puedan guiar de qué le puede estar pasando al minino.
Todos somos conscientes que las personas podemos tener alergia a los gatos, pero tal vez no se conoce tanto que los mininos también pueden tener alergias, no a las personas pero sí a otros factores externos.
Los síntomas que suelen presentar los gatos con alergia suelen ser:
El primer paso que se debe dar si el gato sufre una alergia es saber qué es lo que le produce dicha alergia (es decir, el alérgeno) y procurar eliminarlo del entorno del gato.
Algunos alérgenos que pueden producir alergia en el minino son:
Este virus se contagia o bien de gatos enfermos a gatos sanos, a través de secreciones nasales, lágrimas y saliva; o por contacto indirecto (por ejemplo con objetos como comederos que hayan estado en contacto con el virus). Su alta capacidad de mutación y el hecho de que el virus puede mantenerse activo hasta un mes fuera del animal aumenta la posibilidad de contagio. Además, hay gatos que, después de sufrir la enfermedad, son portadores permanentes que no muestran signos de ello pero que expulsan el virus constantemente.
Los síntomas de esta gripe gatuna pueden ser secreción de nariz y ojos, estornudos, estado de ánimo bajo y falta de apetito. Incluso puede llegar a provocar úlceras y heridas en la lengua y el paladar, y babeo abundante.
Cualquier gato se puede contagiar de calicivirus felino pero lo más habitual es que los gatitos pequeños recogidos de la calle presenten esta enfermedad, por sus defensas bajas. Los signos pueden aparecer de 2 a 10 días después de exponerse al virus, y durar entre 1 y 4 semanas.
La mayoría de gatos contagiados de esta gripe se recuperan, sobre todo si se coge a tiempo y si el gato presenta un buen sistema de defensas, pero hay casos en que es irreversible.
Los gatos también pueden sufrir de neumonía, que es una infección pulmonar (inflamación aguda de bronquios y alveolos pulmonares).
Este problema de salud se inicia como una infección bacteriana, normalmente el que acabamos de ver, el calicivirus felino, pero no es el único agente que lo provoca.
Los síntomas que suelen aparecer son parecidos al de una gripe: fiebre, dificultad respiratoria, estornudos, ojos llorosos y secreción nasal. El estado de ánimo y la falta de apetito son otros síntomas visibles en gatos con neumonía. Además, también se puede llegar a dar cianosis (lenguas y encías azuladas).
Dentro de las enfermedades que afectan a la respiración, también puede ser que el gato se contagie de un resfriado común, por una corriente de aire (tal vez menos frecuente) o por un virus.
Los síntomas son parecidos a los que hemos visto hasta ahora: estornudos, secreción nasal, ojos llorosos e incluso algo de fiebre.
Te aconsejamos que consultes el artículo sobre los resfriados en gatos.
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