Infórmate de cómo prevenir y cuidar los dientes y boca de tu gato: cómo limpiar sus dientes, cada cuánto, cómo influye la alimentación, etc.
Después de conocer que muchos gatos sufren enfermedades dentales y repasar las más habituales en artículos anteriores, es obligatorio tener en mente aquello de “más vale prevenir que curar”.
El mejor antídoto para combatir una enfermedad dental del gato es que no llegue a sufrirla nunca. Por ello vamos a hablar de qué cuidados dentales debe recibir un gato y de qué forma prevenir cualquier afección en su boca, encías o dientes.
Las 3 cosas principales a tener en cuenta en el cuidado dental de los gatos son:
La mayoría de estudios y consejos de expertos coinciden en este punto: el cepillado regular de los dientes del gato es fundamental para garantizar su salud bucodental.
Lo primero, un cepillo de dientes adecuado. Existen cepillos especiales para gatos, pero también pueden ser útiles los que usamos de viaje o los cepillos para niños. Lo importante es que sea lo suficientemente pequeño para que puedas manejarlo bien y no sea muy molesto a la hora de introducirlo en la boca del minino.
Hay quien usa dedales de tela especial en los que no se necesita pasta, o dedales de silicona, o un algodón o tela vieja para frotar. Lo óptimo es usar un cepillo adecuado, pero si finalmente usas una de estas herramientas, asegúrate de que la limpieza se está llevando adecuadamente ya que puedes cometer el error de “acariciar” o pasar por encima de la suciedad, sin limpiar del todo bien.
El veterinario te podrá recomendar alguna pasta dentrífica adecuada. Son pastas que no se escupen (sería bastante difícil enseñar al gato a hacerlo por lo que la puede tragar sin problemas) y además su sabor es aceptable para el minino.
Lo mejor es acostumbrar al gato desde pequeñito, pero nunca es tarde si tienes paciencia y sigues estos trucos:
La forma en que se debe cepillar los dientes del minino es de arriba a abajo, desde la encía hacia afuera, como hacemos con nuestros dientes. Para que la suciedad y los restos de comida no se queden en la parte que hay entre la encía y el diente y provoquen sarro.
En cuanto a la frecuencia, existen varias opiniones sobre ello. Hay expertos que recomiendan que se cepille por lo menos una vez a la semana, y otros que sugieren hacerlo 2-3 veces por semana, así como a diario. Cada uno puede ver la disponibilidad que tiene para hacerlo, y también comprobar los resultados.
Tampoco será lo mismo lo que necesite un gato que tiene tendencia a tener problemas dentales que el que lleva toda la vida con hábitos de higiene bucodental correctos y no haya tenido problemas nunca. En cualquier caso, se debería hacer por lo menos una vez por semana y no menos.
Otro de los puntos muy debatidos en cuanto a la salud bucodental del gato es la influencia que tiene alimentación en ello.
Una cosa es totalmente cierta: una buena alimentación, sana y equilibrada, es clave en la salud del minino en todos sus aspectos; y los dientes no están exentos de ello.
Primero, poner en entredicho esta creencia de que comer pienso o comida húmeda ayuda a limpiar los dientes.
En su estado salvaje, el gato tiene que desgarrar, masticar y roer la carne y huesos de sus presas. En ese proceso se genera una fricción que sí que hace que de manera natural y que provoca una limpieza de los dientes, un efecto pulidor de la superficie dental que previene la acumulación de placa y sarro.
Así que, para conseguir esta limpieza natural, el gato debería alimentarse de presas y carne cruda. Esto es poco frecuente en mininos domésticos, pero sí existen tipos de alimentación que lo fomentan como es el caso de la dieta BARF.
Ahora, la mayoría de gatos caseros se alimentan de pienso o comida seca (y, si nos han hecho caso, al menos también de comida húmeda).
La forma que tienen los trocitos de pienso o croquetas de comida seca es más bien pequeña, por lo que hace difícil que el gato mastique a la hora de comer. De hecho, seguramente hemos visto que nuestros gatos a veces ni hacen ruido al comer pienso, sino que engullen directamente.
Incluso aquellos gatos que sí que mastican el pienso y que se oye como cruje, tampoco consiguen tal resultado. La forma de tijera con la que mastican los mininos y lo quebradizos que son los alimentos comerciales para gatos hacen que apenas se genere efecto abrasivo al masticar.
Además, varios estudios como este de la Universidad Ciencias Agrícolas y Medicina Veterinaria de Rumania, indican que cuando la comida seca entra en contacto con la saliva del gato, deja un residuo de carbohidratos y polisacáridos en la boca del minino que estimula el crecimiento de sarro y placa.
En cuanto a la comida húmeda, a menudo se ha dicho que es el causante de los problemas dentales en gatos. Pero de nuevo nos encontraríamos con que ni una ni la otra son suficientes a la hora de una buena higiene dental. De hecho, varios expertos en medicina veterinaria citadas en este artículo sobre salud dental en gatos afirman que: “aunque el consumo de alimentos blandos puede promover la acumulación de placa, la creencia general de que los alimentos secos proporcionan una limpieza oral significativa debe considerarse con escepticismo. Un alimento húmedo puede funcionar de manera similar a un alimento seco típico que afecta la acumulación de placa, manchas y cálculos dentales”.
Existen algunos piensos que llevan principios activos para ayudar a eliminar la placa y el sarro, en ese caso habría que valorar con el veterinario si es una buena solución.
Del mismo modo que existen complementos alimenticios pensados para favorecer la limpieza dental del minino, ya sea por su tamaño mayor que “obliga” a masticar y roer, o por los componentes que lo forman (por ejemplo fibras vegetales). También hay productos en el mercado que se aplican a modo de aerosol (aunque dudo que a los gatos les suela gustar el pulverizador) o que se diluyen en la comida o el agua.
En todo caso el veterinario de confianza nos puede guiar en qué usar en nuestros gatos, pero por norma general ni la alimentación a base de comida comercial ni los productos específicos suelen ser un buen sustituto del cepillado.
El tercer y último punto no tiene mucho misterio: lleva a tu gato al veterinario por lo menos una vez al año.
>Si tenéis la suerte de que el gato no tiene problemas de salud ni ha tenido que ir al veterinario de manera frecuente, por lo menos intenta llevarlo una vez al año. En este tipo de visitas se suele hacer una minuciosa inspección de la dentadura del gato, y también puede ser un buen momento para consultar dudas o inquietudes respecto al cepillado, a la comida, etc.
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Aunque los complementos alimenticios están pensados para favorecer la limpieza dental del minino, es ideal considerar estos cuidados en nuestros mininos para cuidar sus dientes. Es importante para ellos no sufrir en su dentadura a temprana edad y puedan envejecer con sus dientes intactos para comer ya sean alimentos sólidos (diseñados para su peso, raza, tamaño) o alimentos blandos.