Aunque en 1906 se descubrió el Alzheimer en las personas, esta enfermedad no es sólo cosa de humanos. Los gatos también pueden padecerla.No hay nada peor que olvidar a los seres queridos. Esto les ocurre a 35 millones de personas en el mundo. Todos ellos sufren Alzheimer, “la epidemia silenciosa del siglo XXI”.
Hoy, 21 de septiembre, es el Día Mundial del Alzheimer y desde hace siete años se conoce que los gatos también la padecen.
Aunque es menos conocido que en los humanos, sí, los gatos pueden padecerlo.
La misma proteína responsable de que los humanos sufran Alzheimer se puede encontrar en el cerebro de los gatos. Este descubrimiento se dio a conocer en 2006 gracias un estudio liderado por el científico Danièlle Gunn-Moore, y en el que se halló la beta-amiloides, segundo marcador clave de este mal. Esta sustancia se forma en las células nerviosas y dificulta la transmisión de señales en el cerebro.
Los datos de dicho estudio fueron publicados en la revista Journal of Feline Medicine and Surgery y se destacaba que la mitad de los felinos mayores 15 años padecen esta enfermedad, pasando esta cifra a un 25% para los que tienen entre 10 y 14 años.
Un factor a tener en cuenta a la hora de valorar la importancia de este descubrimiento es – al igual que en las personas -el aumento de la esperanza de vida de los gatos en los últimos años, con lo que es más probable que padezcan demencias.
Al igual que sucede con los humanos, la enfermedad provoca en los gatos un mal comportamiento, confusión, pérdida de memoria, malestar… Cuando estos síntomas empeoran, el animal puede perderse al salir o, por el contrario, recluirse en casa.
También puede verse agravada su sobreactividad nocturna, así como una dejadez en su higiene (no lavarse, morderse las uñas, defecar fuera de su caja, etc.). El gato puede llegar incluso a tener desconfianza repentina hacia un miembro de la familia, ya sea animal o humano, así como dejar de reclamar atención (caricias, juegos, etc.).
Lo primero, y más importante, es no alarmarse. En cuanto se manifiesten los primeros signos, se debe acudir al veterinario para que evalúe el estado de salud de nuestro gato.
Sería bueno que le realizasen un examen físico, neurológico, un análisis de sangre y de orina. Todo ello para descartar patologías que puedan causar estos síntomas, como por ejemplo: pérdida de audición o de visión, hipotiroidismo, artritis, problemas renales, etc.
Una vez excluida cualquier otra enfermedad, se puede hablar de Alzheimer y empezar entonces a buscar un tratamiento. Éste en ningún caso curará la enfermedad, pero sí ayudará a frenar los síntomas.
Existen varias opciones que ralentizarán el curso de la enfermedad y mejorarán la calidad de vida del animal.
En el hogar, y para hacer más fácil la vida del animal, se puede fomentar la actividad física (con ejercicios, pelotas de cascabel, etc.) y estimular la memoria y el aprendizaje (con juguetes dispensadores de pienso, premios, etc.).
Cuando llega esta enfermedad, hay tres métodos a seguir para el mejor cuidado del gato: darle pienso de forma regular pero en pequeñas raciones; tener varias cajas de arena para facilitar que orine en ellas; y controlar su higiene en orejas, ojos y uñas. En esta etapa es importante no hacer cambios en la vivienda (traslados, introducir un nuevo animal en la familia,…) para evitar la inseguridad del gato.
Y es que, como se sabe, los animales pueden tener muchas enfermedades parecidas a las de las personas. Lo que nos recuerda una vez más que todos somos integrantes del reino animal.
¿Te has preguntado por qué tu gato se frota constantemente contra ti o contra los…
Los gatos son conocidos por su naturaleza cazadora, pero ¿alguna vez te has preguntado por…
¿Alguna vez te has preguntado si el color del pelaje de tu gato tiene algo…
Los gatos han sido siempre criaturas envueltas en misterio y leyendas. Desde tiempos antiguos, se…
El parpadeo lento en los gatos es uno de sus gestos más enigmáticos y significativos.…
Descubre las 20 plantas más comunes que son seguras para los gatos y embellecen tu…
Ver comentarios
Habíamos leído al respecto del Alzheimer en gatos hace unos días y la verdad es que se trata de una patología a tener en cuenta, sobre todo cuando nos encontramos ante casos de gatos mayores con problemas de comportamiento. Un artículo muy interesante: gracias por compartirlo.
¡Saludetes gatunos!