Cosas de Gatos es un espacio hecho para y por los amantes de los gatos.
Un lugar en el que:
El espacio nació en 2011 con este blog y ha ido creciendo en forma de comunidad de catlovers esparcida por el mundo digital: en Facebook, Twitter, Instagram y hasta en Google +.
Esta comunidad es variopinta, y entre todos procuramos ayudarnos y colaborar en lo que se pueda, pero es importante destacar que ante cualquier duda sobre comportamiento o salud del gato, hay que acudir a un profesional especialista (veterinario, etólogo, etc.)
Aquí estamos todos. Toda esa comunidad de amantes de los gatos, también tú ahora que nos estás leyendo.
Quien ahora mismo está escribiendo estas líneas y se encarga de publicar en el blog y en las redes sociales soy yo, Míriam Martínez, con el soporte de mis queridos compañeros de vida gatunos y con algunos colaboradores humanos que te voy a presentar.
Me cuesta más bien poco escribir sobre otros y sobre gatos, pero mucho cuando toca hablar de mí.
Soy amante de todos los animales y, desde que de niña tuve la suerte de vivir con mi gato Anubis, descubrí que el amor verdadero tenía 4 patas, cola y ronroneaba.
Desde siempre me ha encantado escribir, tal vez por ello estudié periodismo. Pero mi inquietud constante y mi apetito insaciable de aprender hicieron que profesionalmente fuera probando nuevos horizontes. En los últimos años he estado trabajado en todo tipo de proyectos vinculados a internet, especialmente en el mundo web.
Soy mamá de 2 gatos (Kato y Conxa) y, desde hace poco, de una bebé humana. Mamá a tiempo completo, escribo en el blog y gestiono las redes sociales cuando mis 3 hijos me lo permiten (o con ellos encima mío, del ordenador, etc.)
En Cosas de Gatos también colabora Villan, que gracias a su formación de informático se encarga de toda esa parte técnica que va apareciendo y“arregla” lo que va rompiéndose.
Y Patri, que de tanto en cuanto escribe algún artículo gracias a su experiencia en comunicación y a ser mami de 3 gatos muy alocados y simpáticos (Lukas, Roma y Anubis).
Kato debió nacer a mediados de mayo de 2011. Aproximadamente tres meses después lo encontró una amiga (Ana) en un descampado de Barcelona: tan blanquito, tan pequeñito y tan solo.
Tal cual entró por la puerta de nuestra casa, pasó a ser nuestro hijo mimado y juguetón.
Del origen de Kato no sabemos prácticamente nada más, pero ahora podemos decir que es un gato muy cariñoso (especialmente cuando le apetece a él, aunque sean las 5 de la mañana), un curioso nato, glotón, escalador, súper sociable y un poco bruto en sus juegos (los mordiscos son su especialidad). Ahora el blanco está pasando a ser rubio, pero sigue siendo tan travieso como cuando llegó a casa.
Una curiosidad sobre Kato: su ronroneo puede llegar a decibelios insospechados, parece un motor a toda mecha.
Conxa nació aproximadamente en junio de 2012. Esta gata carey fue encontrada junto con sus hermanitos en una casa en la que guardaban perros de caza. La protectora Barcelona Gat i Gos cuidó de los pequeños hasta que poco a poco fueron adoptados, y sólo quedó Conxa.
Ella vivía con sus hermanos en una jaula, y cuando se quedó sola maullaba mucho. Le pusieron un peluche al que abrazaba como si fuera uno de sus hermanitos, pero ante la presencia de las personas, solía permanecer callada y asustada en la esquina de la jaula.
Cuando llegó a casa, Conxa no salía de debajo de una ranura del armario, y te soplaba y sacaba las uñas si se te ocurría meter la mano. Pero cuando conseguías estar en contacto con ella y acariciar su carita, ronroneaba y amasaba desesperada, parecía estar diciendo que nunca antes nadie la había querido así.
Ahora es amiga y hermana de Kato, una hija súper mimosa con sus papis humanos y asustadiza con el resto de personas, pero cada vez se deja ver más y pierde su timidez.
Es juguetona, muy espabilada y, en el fondo, muy pero que muy cariñosa. Y es una princesa en su reino.
Una curiosidad sobre Conxa: cuando nos despistamos, tiene una gran habilidad para abrir los cajones y meterse dentro, para asustarnos cuando la buscamos. Su especialidad es saltar y ponerse a dos patas para que la acariciemos.
La historia de esta gata negra empezó en Córdoba, donde la protectora Arca de Noé la recogió de entre su familia (todos habían muerto a pedradas excepto ella).
Luego, en la protectora SosGats se hicieron cargo de la pequeña Saya (que por aquel entonces se llamaba Itziar) y tras estar en varias casas de acogida, Ana y Dani nos cedieron el relevo como padres adoptivos. Nunca podremos darles suficientemente las gracias por haber cuidado tan bien de nuestra princesa y por haber rebautizado a Saya con un nombre tan apropiado: significa flecha rápida (origen japonés), sombra (origen bengalí) y “la que siempre se mantiene en pie” (origen quechua).
Las tres cosas le iban que ni pintadas: era rápida cuando Kato la perseguía o cuando la pillabas in fraganti escarbando en la tierra de las plantas, por la noche parecía una sombra oculta y, hasta el final, fue una luchadora sin igual.
Saya nos dejó el 27 de agosto de 2012, con poco más de dos años. La causa: la enfermedad mortal PIF. Siempre permanecerá en nuestros corazones, fue la princesa de la casa, y siempre lo será.
Además de todo lo dicho, destacar que este blog y todo lo que rodea a Cosas de Gatos está hecho desde el corazón, no somos perfectos ni tenemos conocimientos veterinarios, así que si hay algo que publiquemos que se puede mejorar, háznoslo saber.
Estaremos encantados de conocer cada una de vuestras opiniones para que todos sigamos siendo Cosas de Gatos.