¿Qué hago con mi gato en vacaciones?

Dejarlo en casa, llevarlo contigo de vacaciones, contratar a un canguro, alojarlo en una residencia para mascotas… ¿Cuál será la mejor opción para tu minino?

Cuando llega el anhelado momento de irse de vacaciones, hay algo que a veces interrumpe un poco esa felicidad, y es cuando toca preguntarnos: ¿qué hago con mi gato durante este tiempo que no estaré en casa?

Existen varias opciones a tener en cuenta, escoger una u otra dependerá de aspectos como el tiempo que vamos a estar fuera, la personalidad y carácter de nuestro gato, el presupuesto disponible y la situación personal de cada uno.

Normalmente las opciones posibles que hay son:

• Dejar al gato en nuestra casa, y dentro de esta opción existiría la posibilidad de dejarlo solo, de que viniera algún familiar o conocido en momentos puntuales, de que esta persona se quedase a vivir ese tiempo con el gato o de contratar a alguien como canguro.
• Dejar al gato en una residencia o albergue preparados para el cuidado de gatos, o bien en casa de alguien.
• Llevar al gato con nosotros de vacaciones.

A continuación exponemos qué se debe tener en cuenta en cada caso.

Dejar al gato en casa durante las vacaciones

Ya hemos dicho en muchas ocasiones que los gatos tienen un carácter altamente territorial, y no suelen ser amantes de los cambios. Por lo que la mayoría de gatos es posible que prefieran no moverse de casa.

En caso de que estemos pensando en unas vacaciones cortas, sería bueno garantizar que el gato estará bien en casa, sobre todo si hay alguien que se encarga de su cuidado.

Con canguro o cuidador

Lo ideal es que contemos con alguien que se encargue de los cuidados básicos del gato, y sería interesante que ese alguien ya conozca al gato y viceversa.

La persona que lo cuidará puede venir puntualmente a ponerle comida, cambiar el cuenco de agua, limpiar la bandeja de arena, etc. Dependiendo del gato y de la relación que tengan, también podría quedarse a hacerle compañía, jugar…

Si la persona y el gato no se conocen, es muy importante que le des pautas de cómo hacer todo y cómo interactuar con el gato. Recuerda asegurarte de:

• Que sepa dónde está la comida y qué cantidad le pones (por ejemplo si le das pienso y también le ofreces comida húmeda a diario)
• Que ofrezca agua fresca y limpia al gato (incluso poniendo varios recipientes por la casa, ya que es muy importante que el gato beba el agua suficiente)
• Que controle que no hay peligros para el gato, como por ejemplo ventanas o puertas abiertas
• Que limpie el arenero correctamente

Y obviamente tú procura estar siempre disponible por teléfono por si ocurre algún accidente o surge alguna duda.

En el caso de que no tengamos a nadie que pueda hacerse cargo del gato, siempre existe la posibilidad de contratar un canguro especializado en cuidado de gatos. Intenta buscar referencias de uno en tu población, normalmente son gente amante de los animales que los tratará con mucho amor y cuidado, con lo que con darle las pautas anteriores será más que suficiente.

Dejar al gato solo en casa

Reconocemos que esta no es la opción que más nos gusta, ya que puede ocurrir cualquier imprevisto o accidente que no podamos controlar. Por lo que, en caso de escogerla, sería solamente para periodos muy cortos. Siempre que puedas intenta combinarlo con que alguien se vaya pasando, aunque sea solo un momento para ver que todo está bien.

En caso de dejar al gato solo, debemos asegurarnos de que tiene sus necesidades básicas cubiertas.

Esto puede hacerse con el uso de comederos automáticos programables para que dispensen la comida, bebederos tipo fuente o sifón, etc. Y contar con varios de ellos repartidos por toda la casa. La idea sería probarlo antes de irnos, para que veamos si el gato los acepta.

Lo mismo con los areneros, que el gato disponga de varios para evitar que haga sus necesidades fuera de la bandeja.

Si hay más de un gato en casa, esta ausencia posiblemente sea más llevadera, pero si seguimos sin estar del todo seguros, también podemos instalar cámaras de videovigilancia (puede sonar un poco friki, pero yo por ejemplo lo haría).

Residencia, albergue u otra casa

Si no podemos dejar al gato en su casa habitual, existe la opción de llevarlo a una residencia o albergue preparado para ello. Dependiendo de si el gato es muy territorial y no está acostumbrado a estos cambios, será más o menos recomendable.

Muchos de estos espacios están más preparados para perros que para gatos, por lo que es interesante que antes de dejar al minino allí visitemos el lugar y nos aseguremos de que está condicionado para las necesidades de nuestro gato.

Algunas cosas a tener en cuenta para escoger una residencia o albergue para gatos son: que los mininos no estén en jaulas demasiado tiempo, que dispongan de zonas individuales donde el gato pueda estar tranquilo, que los gatos que lo acepten puedan tener acceso a zonas comunes con otros gatos y que las condiciones del espacio sean buenas (limpieza, temperatura, etc.) También es bueno que hagan cierto control de acceso como por ejemplo solicitar informe veterinario o de vacunación, y que cuenten con un veterinario de urgencias.

Otra opción es llevar al gato a casa de alguien, ya sea de un conocido o familiar, o de un canguro que tenga la casa adaptada para acoger gatos.

En todos los casos, nosotros más que nadie conocemos a nuestros gatos, por lo que sabremos qué necesidades puede tener y qué debemos ofrecerles para que se sientan lo mejor posible. Así que si el carácter de nuestro gato parece que puede encajar con la opción de llevarlo a algún lugar, sobre todo si lo hemos acostumbrado a ello desde pequeños, deberíamos escoger el lugar que más confianza nos dé.

El gato se viene con nosotros de vacaciones

Finalmente, en especial cuando son períodos de vacaciones más largos, existe la opción de que el gato también se venga de vacaciones.

Viajar con tu gato parece idílico (al menos a mí me lo parece), puesto que permite combinar el placer de viajar con el de compartir un momento bonito con tu minino. Ahora bien, hay que tener en cuenta el lugar al que vamos y si el gato lo va a aceptar.

De nuevo, si el carácter del gato es afín a este tipo de aventuras y, sobre todo, si hemos acostumbrado al minino a viajar, será mucho más sencillo.

Preparación previa al viaje

Como ocurre con nosotros, antes de salir de casa debemos preparar lo necesario para el gato.

Por un lado, el equipaje (transportín, comida, agua, etc.) En función de cómo vayamos a trasladarnos es posible que necesitamos un transportín específico, por lo que te aconsejamos este artículo sobre cómo viajar con gatos en coche, avión, etc.

Por otro lado, hay que preparar al gato para la aventura. Sería interesante que hiciéramos una visita al veterinario para asegurar que su salud es correcta e identificar al gato con microchip (si no lo has hecho ya). También podemos aprovechar para consultarle sobre posibles complementos que ayuden a calmar al gato durante el viaje.

Ayuda a relajar al gato con Zylkene

En línea de lo anterior, un producto natural pensado para gatos que facilita al minino a que se adapta a cambios en su ambiente es Zylkene (Vetoquinol Especialidades Veterinarias).

Este alimento complementario se suministra al gato antes de realizar el viaje, y le proporciona calma y relajación al minino. No se trata de dormirlo ni sedarlo, es simplemente un producto natural que ayuda al minino a superar cambios, viajes, ruidos, desplazamientos, etc. proporcionando bienestar al animal.

Más información en My Happy Pet de Vetoquinol España.

El preparar al minino antes de ir de viaje facilitará mucho el transporte y hará que tanto nosotros como él podamos disfrutar de las merecidas vacaciones. Una vez lleguemos al destino se pueden utilizar pautas parecidas a las que recomendamos para la mudanza con gatos, como por ejemplo proporcionarle una habitación «refugio» para los primeros días.

Dicho esto, esperamos que tengáis unas vacaciones de ensueño y descanséis y disfrutéis mucho.